Más allá del mito y del personaje, más allá de su posición y títulos, Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII Duquesa de Alba, es la heredera de una interminable lista de posesiones diseminadas por toda la geografía española. Sólo comprendiendo lo anterior se puede asumir la hazaña de conservación y reconstrucción de un patrimonio histórico y familiar como el suyo, a través de los años.
Por primera vez en la historia una gran editorial, El Viso, presenta una obra ilustrada que contiene los interiores de cinco de las propiedades más señeras e identificativas de la Casa de Alba. A través de más de 200 ilustraciones de gran formato obra del fotógrafo Ricardo Labougle, con unos textos muy documentados y llenos de apuntes arquitectónicos y anecdóticos del arquitecto Rafael Manzano y con la coordinación de Naty Abascal, se hace un recorrido visual del Palacio de Liria (Madrid), el Palacio de Dueñas (Sevilla), el Palacio de Monterrey (Salamanca), la Casa de Punta Galera (Ibiza) y la Casa de Arbaizenea (San Sebastián)
“Durante un almuerzo en Las Dueñas propuse a Cayetana hacer algo para que todo el esfuerzo, trabajo, cariño, dedicación y personalidad que ella ha dado a todas sus casas durante todos estos años, quedara reflejado en un libro, para su familia y para todos los que queramos admirarlo. En especial, la reconstrucción del Palacio de Liria que fue casi destruido durante la Guerra Civil”, dice Naty Abascal, quien prosigue, “Éste es un libro interesantísimo en todos los sentidos y de recomendable lectura para todo el mundo. No es necesario ser coleccionistas ni grandes entendidos en antigüedades o historia. Es un volumen perfecto para todos a los que le guste el arte, la arquitectura, la fotografía y la belleza, ya que es parte de la Historia de España.”
El patrimonio de la Casa de Alba consta de castillos, palacios, fincas y terrenos varios. Pero si es apabullante el continente, lo contenido es un auténtico tesoro de obras de arte entre las que se cuentan, solamente en Liria 249 óleos de pintores como el Greco, Goya, Murillo, Rubens, Rembrant o Velazquez, 177 acuarelas, 137 miniaturas, 52 tapices, esculturas, un archivo histórico valorado en 41 millones y joyas de distintas envergaduras. “Soy Cayetana de Alba. Tengo otra media docena de nombres y unos cuantos títulos. A menudo se ha escrito que poseo más que ningún otro noble en el mundo”, ha declarado la duquesa en sus recientes memorias. Pero, quizá, lo que no se ha escrito todavía y es revelado ahora, con la publicación de estas imágenes, es cómo ha conservado sus propiedades, manteniéndolas en un magnífico estado. Y con qué detalle y fidelidad histórica-artística ha reconstruido el Palacio de Liria, del que ella misma dice “La distribución de Liria, aunque parecida a la actual, era distinta en aquel momento. Como mucha gente sabe, el palacio fue bombardeado por los nacionales durante la Guerra Civil y destruido por dentro completamente, tiempo después, por los milicianos”.
Es difícil imaginar otro estado distinto al actual de este palacio construido por Ventura Rodriguez en 1773. Un tesoro arquitectónico lleno de salas preciosamente tapizadas de obras de arte e historia con una de las bibliotecas más importantes del país, que guarda, entre otros tesoros, los cuadernos de viaje de Cristobal Colón o el último testamento de Fernando el Católico. Una biblioteca tasada en 20’5 millones (entre los 18.000 volúmenes de Liria figuran la primera edición del Quijote de 1605, las capitulaciones matrimoniales de Felipe el Hermoso y Juana la Loca y la primera Biblia traducida al romance, de 1429)
Cada uno de los cinco inmuebles seleccionados en este libro dan una cara distinta del personaje que los heredó y conservó, a la más antigua tradición, para las siguientes generaciones. Frente al Liria capitalino, se muestra la solidez señorial del palacio de Monterrey, en Salamanca, diseñado por Rodrigo Gil de Hontañón y en el que destacan sus dos torres, los miradores y la balaustrada ornamentada, así como una decoración más “de campo” o de caza. Dueñas, con sus 9.452 metros cuadrados de estilo gótico-mudejar es un magnífico palacio renacentista situado en Sevilla y que contiene más de 1.500 obras de arte. Desde los patios apalmerados y columnados, pasando por los azulejos, las cocheras o el salón de toriles, respira Andalucía y muestra otra cara de la personalidad de Cayetana.
La pinacoteca ducal cuenta con cuadros de Tiziano, Rubens, Goya, murillo, El Greco , Fra Angelico, Pietro Perugino, Veronés, Canaletto, Giovanni Pannini o Furini. La flamenca y holandesa, de Rembrant, Willem van de Velde el joven, además de Rubens o Antonio Moro. De la española apenas faltan nombres: desde el Grco a Velázquez, Ribera, Murillo, Zurbarán… Cayetana enriqueció la colección con maestros impresionistas como Renoir, y adquirió obras de Picasso, Dalí, Chagall y Miró. La mayoría las custodia el Palacio de Liria, pero también hay obras en Dueñas y Monterrey.
La casa de Arbaizenea es uno de los últimos ejemplos de las residencias veraniegas que edificaron a fines del siglo XIX las grandes familias de la aristocracia en San Sebastián. Rodeada de 15 Has. de exuberante vegetación, recuerda un cottege de la campiña inglesa, que se acentúa en su interior con la profusión de grabados, telas y muebles muy “british”. Y por último, una de las propiedades más sorprendentes y que muestra la cara libre, abierta, anticonvencional de su dueña: la casa de Ibiza, en el alto de Sa Aufabaguera, junto a Punta Galera. Es una construcción que se integra en la naturaleza, entre pinos mediterráneos y con vistas al mar. La decoración es hippie, desenfadada, algo naïf y donde prima el colorido, la mezcla de estilos y un cierto liberador desorden ordenado.
Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba y jefa de la Casa de Alba
Comúnmente conocida como Cayetana de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (Palacio de Liria, Madrid, 28 de marzo de 1926) es la XVIII duquesa de Alba, actual jefa de la Casa de Alba y la tercera mujer que ostenta el título por derecho propio dentro de la familia. La aristócrata heredó el ducado tras la muerte de su padre, en 1953. Hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, y María del Rosario de Silva y Gurtubay, XV duquesa de Aliaga y X marquesa de San Vicente del Barco, está en posesión de 46 títulos nobiliarios y es veinte veces Grande de España.
Son sólo tres palacios y dos grandes casas las que muestra Ediciones El Viso, en este libro único. “Las cinco casas más queridas y vividas por Cayetana”, dice Rafael Manzano. Una parte muy pequeña pero representativa, por su valor económico, artístico, arquitectónico e histórico que asombra al lector por su riqueza de contenidos y detalles. Y que hace concluir que sólo una determinación feroz y un altísimo sentido de la historia y de lealtad a los que fueron el origen de su estirpe, puede dar como resultado una obra de conservación de tan altísima calidad.
Con la decisión de Cayetana de repartir la herencia entre sus seis hijos y sus ocho nietos, éste libro se convierte también en un archivo histórico, atesorando en un mismo ejemplar el Palacio de Liria y el de Monterrey (propiedad del primogénito, Carlos, duque de Huéscar); el Palacio de Dueñas (de su nieto Fernando Fitz-James Stuart Solís), la casa de Arbaizenea (de Cayetano, Conde de Salvatierra) y la de Ibiza (propiedad de Eugenia, duquesa de Montoro).
La fórmula elegida por Cayetana para preservar su legado (algunos expertos cifran su valor en 3.500 millones) fue la de crear la Fundación Casa de Alba, en 1975, bajo cuyo auspicio se encuentran dos tercios de sus propiedades.
El lector, a través de las imágenes de estos palacios y casas podrá ver la otra Cayetana: la que conservó, estudió y reconstruyó mejorando todo lo que recibió de sus antepasados. Y, tal vez repita, como ella su “¡Se han dicho tantas cosas sobre mí! Unas pocas, verdaderas; otras muchas, falsas; y bastantes, simplemente bobadas”.
LIBRO: LAS CASAS DE CAYETANA, DUQUESA DE ALBA
Páginas: 224, 24 x 30 cm
200 imágenes en color, 20 imágenes en b/n
Precio: 54.-€
Disponible en librerías a partir del 1 de diciembre de 2012
*Rafael Manzano Martos (Cádiz, 1936) es arquitecto, académico y profesor de Historia de la Arquitectura.“La gracia del libro es que muestra las casas que más vive Cayetana. Todas ellas tienen algo muy intimista para ella. Liria, es su casa natal, entre sus paredes han sucedido los hechos más fundamentales de su vida. Cuando Cayetana vuelve de Inglaterra tras la Guerra Civil Española ve que le Palacio había quedado reducido a cenizas por el bombardeo de la aviación nacional. Fernando Checa Goitía, mi maestro, que vivió durante la guerra en Madrid, pudo salvar muchos documentos del archivo que los milicianos que habían ocupado el palacio, estaban quemando. Los protegió almacenándolos en los sótanos del propio Liria, tapiándolos, después. Alzó unos planos del lugar donde los había escondido e hizo algunas fotografías del estado ruinoso en el que había quedado el palacio. Luego viajó a Londres y se reunió en la embajada española con el Duque de Alba quien al apreciar que el escudo ducal no había sido destruido, lo celebró con su joven hija, Cayetana.
Cayetana encarna, por tradición, el antiguo lema que dice “Muera el hombre, viva el nombre”, que es lo mismo que hablar de la vocación de permanecer, de conservar lo heredado para poder legarlo.
En Liria se salvaron las paredes ya que la mayoría de los cuadros, manuscritos y documentos habían sido enviados, antes de estallar la guerra, al depósito del Banco de España y a la Embajada británica. Las llamas devoraron la colección de grabados. Cayetana juró a su padre que lo restauraría y tomando como referencia el proyecto (1900) del que yo considero el mejor arquitecto del siglo XX, Sir Edwin Lutyens, ordenó su ejecución al arquitecto español Manuel Cabanyes Mata.
Cayetana puso todo su afán e intervino muchísimo en su reconstrucción, sobre todo en la restauración estilística de los interiores. A cierta escala yo siempre comparo el Palacio de Liria al Palacio Real de Madrid y la Casa (en Sevilla no le llamamos ‘Palacio’) de Dueñas, al Real Alcazar de Sevilla.
Dueñas supuso para Cayetana la maravilla, el descubrimiento de la primavera, su presentación en sociedad, lo flamenco y los toros. Es muy meritorio cómo fue adquiriendo pintura, sobre todo sevillana del siglo XIX, costumbrista y de género.
La gracia de Cayetana es el saber dar una vida muy personal a sus casas. Es casi una maniática de la perfección, es decir, en sus casas hay muchísimos objetos que le han interesado y que ha ido adquiriendo, que pueblan cómodas, consolas, mesitas… ella hace una especie de “colocación inamovible”. Puede entrar en cualquier de sus casas y observar un aparador diciendo “ésto no estaba así”. El altísimo grado de conservación, lo impoluto y lo cuidado de sus casas es producto de su constante preocupación y vigilancia. Porque cada una de sus casas es una época de la vida de Cayetana, es una pasión personal. Y es ella quien da vida a todos esos palacios."
Rafael Manzano
Rafael Manzano Martos fue ganador del Octavo Premio Richard H. Driehaus de Arquitectura Clásica, concedido en los Estados Unidos en el año 2010 Este premio está considerado como uno de los reconocimientos más importantes del mundo a una trayectoria profesional vinculada a la Arquitectura Clásica y la Restauración.
(Texto publicado en FUERA DE SERIE -Expansión el Viernes, 16 de Noviembre de 2012)
(Fotografías de RICARDO LABOUGLE)