jueves, 9 de febrero de 2012

Elliott Erwitt el capturador del tiempo



La primera vez que el espectador se pone ante las fotografías de Elliott Erwitt se ve asaltado por la más amplia gama de sentimientos que puedan registrarse:  las fotografías de Erwitt tienen alma y hacen un guiño irónico al ojo que las observa.  Consideradas por críticos y expertos obras únicas e intemporales, las más de 500 fotografías, la mitad inéditas hasta la publicación de Phaidon, fueron para su autor solo “buenas instantáneas”.






Nacido en Paris (1928), en el seno de una familia de emigrantes rusos, vive primero en Italia, luego en Francia y desde ahí viajará a Estados Unidos, donde la familia se instalará firnalmente en Los Angeles. A principios de los 50, se muda a Nueva York desde donde viajará por todo el mundo, trabajando como fotógrafo para varias publicaciones hasta que, de mano de Robert Capa, pasa a formar parte de la Agencia Magnum Photos, de la que será presidente hasta en tres ocasiones.



Escritor, productor, publicista y fotógrafo que ha expuesto individualmente en los museos más importantes del mundo y cuyas obras han sido difundidas, promovidas y vendidas en precios millonarios por las galerías privadas más punteras, Erwitt es un icono mundial del arte de la fotografía contemporanea.




Erwitt captura momentos únicos, expresiones que definen la personalidad más profunda de sus modelos.  Modelos en plena naturalidad, sin posar, a menudo desapercibidos y pillados en situaciones impropias o inesperadas, muchas veces cómicas.  La cámara intencionada de Erwitt descubre esa faceta inédita del personaje que retrata.   El fotógrafo muestra un mundo de gentes comunes: tenderos,  soldados, pescadores, niños, perros... o grandes personajes de la historia como el Ché Guevara,  Jonh Fitzerald Kennedy, Marilyn Monroe, Nixon o Krushchev, en blanco y negro, con encuadres perfectos y vida palpitante en todas las instantáneas. 





Con un talento natural para hacer insólito lo absurdo, incongruente o la pura coincidencia, Erwitt contrapone el universo que le rodea a su mirada irónica y divertida,  y es capaz de desnudar (literalmente) a sus protagonistas consiguiendo desternillantes imágenes.
La fotografía que Elliott hizo en 1953 de su hija recien nacida y su mujer, en su pequeño apartamento de Manhattan, ha sido la imagen más veces reproducida en seminarios fotográficos, libros, posters, postales y exposiciones de su tiempo.  De ella dijo su autor “Es una instantánea de familia, de mi primera hija, mi primera mujer y mi gato”.  Ésta y otras igualmente únicas son publicadas en “Elliott Erwitt Instantáneas”, divididas en nueve capítulos, todos encabezados por un verbo: mirar, moverse, jugar, leer, descansar, tocar, contar, señalar, permanecer.  Y permanecer es lo que harán estas instanáneas en la memoria de los privilegiados poseedores de este magnífico libro.








Elliott Erwitt Instantáneas
Editorial:  Phaidon
Tapa blanda, 270 x 190 mm
544 páginas, 508 ilustraciones en blanco y negro
Precio:  49’95.-€







Publicado en Fuera de Serie -Expansión

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